Volumen 5, Numero 114
5 de enero de 2005

¿Quién es Humano?

Estimados Amigos,

En miles de formas todos hemos experimentado los efectos de la oleada acelerada de la tecnología. El que aún tenemos que cruzar un nuevo umbral histórico no es noticia, considerando el ritmo al cual se están acumulando los nuevos avances, sin embargo muy pocos realizan que este umbral, diferente de los demás, nos llevará a cambios irreversibles en la naturaleza de la humanidad en sí. Naturalmente me refiero a la emergente tecnología para cambiar el genoma de nuestra especie, homo sapiens. Miremos detalladamente este futuro emergente, haciendo a un lado los rápidos juicios morales, y así poder mantenernos claros y libres de apasionamiento acerca de lo que podría suceder.

Durante siglos, los atletas han estado aumentando sus capacidades de respuesta, usando regímenes especiales de entrenamiento, dietas especiales, drogas de lento accionar para mejorar el crecimiento de sus músculos y drogas de rápido accionar para mejorar su rendimiento durante las competencias. La tecnología de la mejora de los atletas ha avanzado constantemente junto con todas las otras formas de ciencias y tecnología. De igual manera, la medicina y la cirugía han mejorado aún más rápida  y dramáticamente. En la actualidad se transplantan órganos vitales de manera rutinaria, igualmente se reparan tejidos y articulaciones con disfunciones, se implantan marcapasos electrónicos y dispensadores médicos, y se fabrican una gama amplia de prótesis y ayudas mecánicas.    Casi sin excepción alguna, la humanidad ha aceptado estos desarrollos con mucha gratitud. La reparación e incremento de la fundación mecánica y fisiológica de los individuos es aceptada a nivel mundial y es tan común como la reparación y mejora de nuestros automóviles.  

Todas y cada una de las mejoras en la tecnología para la mejoría humana crea un nuevo problema para que pueda ser resuelto por nuestros sistemas legales y éticos. Miremos cuatro de dichos asuntos y sus resultados evolucionados un poco más en detalle.

Humanidad de los atletas

En los deportes, la mayoría de las competencias en la actualidad están regidas por reglas que prohíben las drogas que mejoran el rendimiento. Sin embargo, este asunto ha recibido muchas críticas controversiales y podría llegar a ser que algunos eventos deportivos en el futuro permitirán incrementos ilimitados. En aquellos deportes adonde se  permite la aumentación de cualquier tipo, la habilidad de las drogas y prótesis para darles una ventaja comparativa a los atletas creará un fuerte incentivo para usarlos y para desarrollar nuevos y mejores aumentos, limitados únicamente por los costos incurridos. En otras palabras, todas las fuerzas de la competencia de libre mercado vendrán a  influir en el desarrollo de mejoras diseñadas para este deporte, transformando potencialmente tanto al deporte como a sus atletas de maneras que únicamente pueden imaginarse. Cuando la participación en un deporte sea condicional en las mejoras radicales, ¿serán entonces esos atletas de alguna manera más que humanos?  

Humanidad de los moribundos

En la medicina, la invención de formas aún más efectivas para prolongar la vida de los órganos mucho después de que cese la actividad cortical, ha obligado cambios tanto en las leyes médicas con en la ética médica, con respecto al tratamiento, cerca de la finalización de la vida. Algunos de los nuevos tratamientos médicos son sumamente caros y que pueden anticipar cambios en el corto plazo, posiblemente incluyendo sistemas de cuidados para la salud de segundo piso o graduales, en los cuales ciertos tratamientos serán condicionales a la capacidad de pago o a la condición física. Si esto es bueno o malo es un tema para otro ensayo;  lo que es importante aquí es la pregunta sobre el derecho a tratamiento. Desde los tiempos de Hipócrates la ética médica en vigencia le otorga a cada ser humano que tenga algún padecimiento, el derecho incondicional de atención médica. Si la atención médica se vuelve condicional sobre la forma de pago, o a la condición física, ¿estamos entonces tratando a los pobres y a los desesperadamente enfermos como menos que seres humanos completos?  

Humanidad del feto

Cambiando de asuntos de finalización de vida a asuntos de inicio de vida, avances constantes en el cuidado de los infantes prematuros han llevado a conflictos e inquietudes éticas con respecto al equilibrio correcto entre los derechos maternos y fetales durante cada época de gestación.  Las batallas culturales sobre el aborto son, creo yo, impulsadas por avances en la tecnología médica. Estos avances únicamente continuarán porque nuestro mercado relativamente libre para innovaciones médicas, rápidamente traduce las demandas urgentes de padres angustiados de bebés prematuros hacia un incentivo poderosamente económico para innovaciones tecnológicas. Nuevamente, si son buenos o malos, no es el tema de este ensayo. Lo que es importante aquí es que estos desarrollos nos han obligado a repensar y redefinir el comienzo de la vida humana y de los derechos competentes de la madre y del feto. ¿Es que un feto humano viable tiene menos que los derechos humanos completos, y de ser así, en algún sentido importante, menos que totalmente humano?  

Ingeniería de línea germinal

Una cosa es usar químicos o manipulación genética para cambiar su propio desarrollo y rendimiento personal, sin embargo cosa muy diferente es cambiar los genes que usted pasa a sus hijos, un proceso conocido por ingeniería de línea germinal. Tales hazañas de la genética están visiblemente en el horizonte y ya no son del dominio de la ciencia ficción. Existen al menos tres grupos que se podría esperar que empujaran por la mejora de la línea germinal: (a) padres ansiosos por que sus hijos tengan las mejores ventajas que el dinero pueda comprar; (b)   organizaciones atléticas que ganarán de la producción de atletas genéticamente superiores y (c) organizaciones militares y paramilitares que desean desarrollar soldados genéticamente superiores. Cada grupo se estará preguntando, "¿Y que sucedería si no hacemos uso de esta tecnología? ¿Qué oportunidades tendrán entonces nuestros hijos/atletas/soldados?"  La lógica inexorable ejercida por millones de formuladores de decisiones independientes alrededor del mundo, en último caso abrumarán cualquier intento que los gobiernos puedan tener para eliminar, regular o restringir la ingeniería de línea germinal.  

En resumen, las manipulaciones de línea germinal tendrán efectos dentro de poco tiempo sobre el genoma humano en la medida en que se introduzcan nuevos genes y se supriman y recortan  genes viejos no deseados.  Como Bill McKibben recalcó en su libro  Enough: Staying Human in an Engineered Age (Suficiente:  Manteniéndose Humano en una Era de Ingeniería), los padres que juegan con los genes que ellos les pasan a sus hijos, están ejerciendo una elección, pero los más afectados por este jugueteo — son los niños en sí — ellos no pueden elegir. Para bien o para mal, ellos tienen que vivir con los genes que han recibido. Esta característica complica aún más el panorama ético de las decisiones de línea germinal; sin embargo hay más, mucho más.

En la medida en que el genoma humano es formado, diversificado y podado durante generaciones subsiguientes, podría haber el surgimiento de una sub-población que habrá divergido tan lejos de la humanidad estándar como para no poder criar exitosamente con personas fuera de su sub-grupo. A esto se le llama especiación:  una nueva especie de genus homo habrá surgido, algo diferente a nuestros ya familiares homo sapiens. Ellos pueden ser superiores o talvez solamente diferentes de manera crítica, pero también existe otra posibilidad.  Ellos pueden ser diseñados para ser inferiores, con inteligencia sub-humana y de una manera dócil, hechos con la intención para usarse como zánganos útiles, sirvientes domésticos y aún esclavos. Si dichos sub-grupos representan nuevas especies dentro del genus homo, ¿serán considerados totalmente humanos?  ¿Expandirá la humanidad su auto-definición para ser inclusivos de todas las especies paralelas, o se fracturará esta auto-definición en angostos encierros violentamente defendidos?

¿Quién, al final, será humano?

Si la historia reciente de la humanidad fuera algún tipo de guía, entonces podemos decir con completa confianza que habrá personas en cada lado de estos asuntos, cada uno reclamando terreno moral seguro y hablando a gritos en contra de los otros. Algunos discutirán acerca de las fuertes regulaciones gubernamentales y cuidadosas pruebas científicas, otros discutirán acerca de una prohibición absoluta sobre toda la ingeniería de línea germinal genética y otros solicitarán experimentaciones genéticas gratis y sin restricciones. Muchas naciones escogerán una de las dos primeras opciones, pero es muy probable que unos cuantos escogerán la tercera opción y que muchos pretenderán no ver  hacia las experimentaciones clandestinas. Lentamente al principio y luego a una velocidad acelerada, el  banco de genes de la humanidad se esperaría que expanda y luego hiciera una bifurcación repetida hacia una exfoliación asombrosa de nuevas especies y genera.   Habremos entrado en el futuro trans-humano sin importar cual lado ganó ventaja en el debate sobre la moralidad y la ética.  

¿Será que este desarrollo será una catástrofe biológica para la humanidad, o será el amanecer de un nuevo y glorioso futuro?  Yo sostengo que ni siquiera podemos aproximarnos a una contestación para esta pregunta, basado en lo que sabemos ahora. No obstante, existe un aspecto moral y espiritual que es crucial con respecto a este futuro visible que nosotros debemos decidir lo más rápido posible, porque la contestación en realidad hará la diferencia.  Ello concierne la pregunta más importante: ¿Quién es Humano? Si, como ha sucedido una y otra vez en el pasado, una parte de la humanidad cataloga a otra parte no-humana, en ese caso, seguirán guerras civiles y asesinatos en masa. El mundo necesita un liderazgo moral progresista sobre este tema, y lo necesita ahora. Si ignoramos esta pregunta entonces el racismo y el fanatismo trans-humano hará que nuestros conflictos acerca de la esclavitud,  el sufragio de las mujeres y el aborto se vean como un paseo en el parque.

A propósito, yo apoyo muy fuertemente una definición muy amplia de la vida humana, para incluir cada una de las especies y generar nuevas que descienden del genus homo que es capaz de tener pensamientos conscientes y cualquier ser humano mejorado por medio de órganos artificiales o computadoras, sin importar la inteligencia o riqueza o condición física o mental. Yo defino el final de la vida como una pérdida irreversible de la conciencia. Para el principio de la vida prefiero una definición calificada:  hasta el punto en que un feto está vivo y totalmente humano se mide por su probabilidad de supervivencia fuera de la matriz.

¿Ética versus Economía?

Lamentablemente,  me temo que aquellos preocupados acerca del paso del desarrollo biotecnológico sencillamente recapitularán los intentos fracasados de años recientes para detener la ingeniería genética, usando una combinación sombría de denuncias morales y difundir el temor. Es tiempo de tener un nuevo enfoque.   

Si hay algo que las investigaciones económicas nos han enseñado es que las personas y las instituciones tienden a tomar decisiones basados primordialmente sobre el patrón de incentivos que ellos afrentan (costos, beneficios, riesgos) y únicamente secundario con respecto a los principios morales. Sin embargo, demasiadas religiones persisten en sus comportamientos antiguas: corren a hacer juicios morales sobre cada asunto, mientras ignoran los incentivos afrontados por las personas reales en situaciones difíciles y al hacerlo se colocan en la periferia de debates y decisiones reales. Si la moralidad y ética fueran a ganar cualquier arrastre dentro de la evolución de la biotecnología,  será porque finalmente habremos entendido de qué manera es que las personas reales toman decisiones reales. Nuestra elección no necesita ser Ética versus Economía, como se ha visto tantas veces en el pasado. En lugar de ello podría y debería ser Ética con Economía. Aquí tenemos una diferente manera de decirlo: cambia los incentivos y el comportamiento cambiará;  suene los tambores de la moralidad y nadie le escuchará. Este es uno de los temas que estaremos explorando en otras cartas en el futuro, en The Quaker Economist.

Atentamente su amigo

Loren Cobb


Traducido por Leonor M. Schoening, miembra de la American Translators Association.

Copyright © 2005 by Loren Cobb. Derechos Reservados. Por este medio se autoriza la reproducción no-comercial.


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